Me olvido de las palomas, fíjate. Lo que me vuelve loco es esa línea quebrada, tan de los sueños. Ese no saber si el pasillo es interior o exterior. Ese rozar la kasbha, que el pasillo sea ‘calle de casa’, que la calle sea íntima, que roce su frescura y su luz umbría. El zureo de la luz. Me encanta, soci.
Me olvido de las palomas, fíjate. Lo que me vuelve loco es esa línea quebrada, tan de los sueños. Ese no saber si el pasillo es interior o exterior. Ese rozar la kasbha, que el pasillo sea ‘calle de casa’, que la calle sea íntima, que roce su frescura y su luz umbría. El zureo de la luz. Me encanta, soci.